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domingo, 28 de noviembre de 2021


 

INTRODUCCIÓN

 ¿Se han preguntado lo diferente que sería la fe cristiana si no tuviéramos la Biblia? Los líderes podrían pasar instrucciones de generación en generación, pero no existiría una forma para evaluar sus ideas, tampoco existiría un estándar con el que pudiéramos juzgar entre diferentes opiniones.

Así debió haber sido para muchos del pueblo de Israel durante el tiempo de Moisés. Sus ancestros habían pasado relatos de la historia primigenia y sus patriarcas. Contando cómo Dios había liberado a Israel, cómo les había dado la ley, y les había dirigido hacia la Tierra Prometida. Pero ¿Qué creerían que Dios iba a hacer en sus circunstancias actuales y en el futuro? ¿Cómo iban a juzgar entre diferentes opiniones sobre estos asuntos? Dios respondió este tipo de preguntas dándoles los primeros cinco libros de la Biblia como el estándar de su fe, los libros que nosotros ahora llamamos el Pentateuco.

Esta es la primera lección en nuestra serie El Pentateuco, y la hemos titulado, “Introducción al Pentateuco”. En esta lección introduciremos cómo los libros bíblicos de Génesis a Deuteronomio sirven como el estándar para la fe de Israel.

Nuestra introducción al Pentateuco, se dividirá en dos partes principales. Primero, describiremos los enfoques críticos modernos para esta parte de la Biblia. Estos enfoques representan los puntos de vista de intérpretes que niegan la total autoridad de las Escrituras. Segundo, exploraremos los enfoques evangélicos modernos, los puntos de vista de los académicos bíblicos quienes afirman la total autoridad de la Biblia como la Palabra inspirada de Dios. Veamos primero los enfoques críticos modernos del Pentateuco.

 

ENFOQUES CRÍTICOS MODERNOS

 Aunque nuestras lecciones irán en una dirección diferente, muchos de los académicos bíblicos modernos han negado la inspiración divina y la autoridad del Pentateuco. También han negado el punto de vista tradicional judío y cristiano de que el Pentateuco vino de los días de Moisés. Así que muchos comentaristas, maestros, pastores, y personas laicas han apoyado estos puntos de vista que para los estudiantes serios de las Escrituras es casi imposible evitar. Por esta razón, es crucial que tengamos algún entendimiento de cómo los académicos críticos han manejado esta parte de la Biblia.

 En los pasados 150 a 200 años, los académicos críticos han dado una gran atención al estudio del Pentateuco. Y aunque nosotros los evangélicos podemos estar en desacuerdo con muchos de estos enfoques, es necesario para nosotros saber las creencias que muchos académicos del Antiguo Testamento tienen para que podamos responder a sus sugerencias correctamente. No debemos simplemente hacer nuestro estudio de la Biblia aislados del mundo exterior, sin estar conscientes de lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Necesitamos establecer nuestros enfoques a la luz de todo lo que se está diciendo en otros lugares. 

        Dr. John Oswalt

 

Para entender los enfoques críticos modernos del Pentateuco, veremos tres temas: primero, algunas presuposiciones importantes que han influido los enfoques críticos; segundo, los enfoques críticos de la autoría del Pentateuco; y tercero, un número de estrategias interpretativas importantes que los académicos críticos han llevado a cabo. Consideremos primero algunas de las presuposiciones que influyen en estos enfoques.

  

Presuposiciones

 En su mayoría, los enfoques críticos modernos en esta parte de la Biblia provienen directamente de las corrientes intelectuales de la Ilustración en los siglos diecisiete y dieciocho de la Europa Occidental.

Para nuestros propósitos, nos enfocaremos en dos presuposiciones importantes que crecieron de la Ilustración. Estas dos perspectivas han influenciado profundamente las interpretaciones críticas del Pentateuco. Primero, consideraremos el concepto del naturalismo. Y segundo, observaremos las presuposiciones acerca del desarrollo histórico de la fe de Israel. Comencemos con el naturalismo.

  

Naturalismo 

En resumen, la Ilustración naturalista fue la creencia académica dominante de que si acaso existieron realidades espirituales, no tuvieron ningún efecto perceptible en el mundo visible. Y por esta razón, no tuvieron lugar en la investigación académica. A mediados del siglo diecinueve, el naturalismo dominó cada campo académico en el Occidente incluyendo los estudios de la fe cristiana. Un gran efecto del naturalismo en los estudios bíblicos fue que académicos bien respetados rechazaron la antigua creencia judía y cristiana de que el Pentateuco fue inspirado por Dios. Y por esta razón, la mayoría trató al Pentateuco de la misma manera en la que trataron los escritos religiosos de las culturas antiguas en general. Desde este punto de vista, el Pentateuco contiene todo tipos de errores, contradicciones e inclusive distorsiones intencionales de la historia y teología falsa, como todos los otros escritos que son meramente humanos.

Es interesante, cómo las presuposiciones que dirigieron al naturalismo liberaron a los académicos modernos para desestimar la inspiración y autoridad del Pentateuco, también los dirigieron hacia ciertas perspectivas sobre el desarrollo histórico de la fe de Israel.

 

 Desarrollo Histórico 

A principios del siglo diecinueve, el naturalismo había dado lugar a lo que podemos llamar “naturalismo histórico”. Esta era la creencia de que la mejor manera de entender cualquier tema es entender cómo éste se desarrolló a través del tiempo por causas naturales. Los biólogos del siglo diecinueve, se dedicaron a explicar cómo la vida en la tierra se originó y evolucionó a través de los milenios. Los lingüistas, trazaron el desarrollo histórico de lenguajes humanos. Los arqueólogos, reconstruyeron los antiguos trasfondos y los avances de las sociedades humanas. Y los académicos en el campo de la religión, dieron una prioridad similar al describir la evolución histórica naturalista de las religiones del mundo.

En general, los primeros académicos modernos de occidente reconstruyeron la evolución de las religiones del mundo para alinearlas con su entendimiento de los desarrollos de la sociedad humana. Por ejemplo, es muy común asumir que los pueblos antiguos primero formaron sociedades tribales primitivas que practicaban el animismo, la creencia de que los objetos en la naturaleza tenían espíritus asociados con ellos. Al paso del tiempo, las sociedades tribales primitivas formaron jefaturas que practicaban el politeísmo, la creencia en muchos dioses. Las jefaturas luego formaron confederaciones, y de ahí la religión comenzó a moverse del politeísmo al henoteísmo, la creencia de que un dios era más grande que los otros dioses. Finalmente, con el desarrollo de los grandes reinos e imperios, monarcas poderosos y sacerdotes, regularmente movieron a sus naciones del henoteísmo hacia el monoteísmo, la creencia de un dios. Y no fue sino hasta esta etapa altamente desarrollada del naturalismo histórico, que las normas de religión comenzaron a ser codificadas, o puestas por escrito. Antes de este tiempo, la religión había pasado de generación a generación sólo a través de las tradiciones orales y rituales.

Debemos señalar que más tarde en el siglo veinte, los antropólogos desacreditaron, en gran medida, la idea de que las religiones evolucionaron de una manera tan simple. Pero estas perspectivas influyeron en como los académicos bíblicos manejaron el Pentateuco a principios de la época moderna. Y continúan influenciando a los académicos bíblicos hasta el día de hoy.

 Lo que nosotros llamamos “crítica académica” generalmente asume que el Antiguo Testamento refleja un desarrollo de creencias desde una primitiva y menos sofisticada forma de religión, hacia una más compleja y sofisticada forma de religión, siendo esta última mejor. Hay un par de cosas que podemos decir acerca de esto. Una cosa, hablando positivamente, es que podemos decir que hay un progreso en como Dios se revela a sí mismo. La Biblia muestra esto, y es lo que nosotros llamamos un “crecimiento orgánico” donde las doctrinas, temas e ideas acerca de Dios crecen de una semilla hasta una forma completa, e incluso la Biblia habla de su propio mensaje progresivo. Por lo tanto, sí, hay una forma de progresión en la Biblia y en el Pentateuco. Es un movimiento desde los comienzos de la revelación de Dios hasta el completo florecimiento, si se quiere decir así. Imaginemos por ejemplo, las fotos del lapso de tiempo del florecimiento de una flor. Pero hablando negativamente, los académicos críticos generalmente sostienen una perspectiva evolucionaria o de desarrollo de la historia de la humanidad la cual asume la inevitabilidad del progreso. Todo lo que tenemos que hacer es observar al mundo alrededor nuestro para ver que la inevitabilidad del progreso es un gran mito. Sí, nosotros progresamos, pero al progresar, también retrocedemos. Así que hay algo de arrogancia en lo moderno que ve a lo viejo como algo inferior, mientras que de hecho, esto es una suposición filosófica, no es algo que se encuentra en la Biblia misma.

 

        Rev. Michael J. Glodo

 

Las primeras perspectivas modernas sobre las religiones eran obviamente diferentes de las formas en las que la Biblia describe el desarrollo de la fe de Israel. El Pentateuco presenta la fe de Israel consistentemente como monoteísta. Desde Adán y Eva, a Noé, a los patriarcas, a las líderes de las tribus de Israel, los fieles adoraban al único y verdadero Dios como el Creador de todo. Y, hasta donde sabemos de Génesis, en estas primeras etapas, esta verdadera fe monoteísta fue trasmitida a través de tradiciones orales y rituales de una generación a la siguiente.

Entonces, de acuerdo al Pentateuco, una transición decisiva tuvo lugar en los días de Moisés. En este tiempo, las normas de la fe de Israel comenzaron a ser codificadas. Moisés preparó a Israel para la nacionalidad, primero escribiendo la ley de Dios en el Libro del Pacto y los Diez Mandamientos, y, como veremos después, componiendo el resto del Pentateuco para guiar la fe de Israel. Así que, de acuerdo a la Biblia, la religión de Israel fue orientada hacia los escritos sagrados desde el tiempo de Moisés, mucho antes de que Israel tuviera un rey y un templo.

Tan directo como este muy conocido relato bíblico es, la crítica moderna considera esta línea de tiempo como imposible, debido a las suposiciones del historicismo naturalista. Los críticos académicos modernos analizaron el relato bíblico de la fe de Israel. Y lo reconstruyeron para ajustarlo a las ideas modernas de cómo evolucionaron todas las religiones primitivas. En esa perspectiva, los ancestros prehistóricos de Israel aceptaron el animismo tribal. Después los patriarcas de Israel se movieron hacia el politeísmo mientras sus tribus se incorporaban en lo que equivalía a jefaturas. En este punto de vista, si es que en realidad hubo un Moisés que dirigió a Israel fuera de Egipto, los israelitas que él dirigió no eran más que una confederación de tribus caracterizada por el henoteísmo. Y contrariamente a las Escrituras, los intérpretes críticos creían que, en esta etapa del desarrollo social, habría sido imposible que alguien hubiera escrito los estándares de la fe de Israel. Dichos estándares escritos sólo podrían haber emergido durante la monarquía temprana de Israel, cuando los reyes y sacerdotes de Israel buscaron regular la fe de Israel. Así que de acuerdo a los académicos críticos, fue en el tiempo de la monarquía que la religión de Israel se convirtió en una religión con escritos oficiales.

Ahora que hemos visto las presuposiciones de los enfoques críticos modernos hacia las Escrituras y el desarrollo histórico de la fe de Israel, debemos ver un segundo tema estrechamente relacionado. ¿Cómo estos puntos de vista afectan los enfoques críticos de la autoría del Pentateuco?

 

 

Autoría

Los intérpretes críticos creían que la fe israelita comenzó a codificarse en el tiempo de los monarcas de Israel.

Esta suposición significaba que Moisés no tuvo ninguna participación en la escritura del Pentateuco. Más bien, estos libros resultaron de un largo y complejo proceso que comenzó con las tradiciones orales que fueron compiladas en varios documentos durante el período monárquico. Y fue sólo durante y después del tiempo del exilio de Israel que estos documentos fueron editados y compilados en el Pentateuco como lo conocemos. Cuando los estudiantes de las Escrituras escucharon por primera vez que muchos académicos creían en esta larga historia del desarrollo del Pentateuco, casi siempre se preguntaban que evidencias tenían.

Veremos este enfoque de la autoría del Pentateuco resumiendo tres de las principales evidencias ofrecidas por los académicos críticos. Comenzaremos con las variaciones en los nombres divinos encontrados en el Pentateuco.

 

 Nombres Divinos

 Los primeros intérpretes críticos señalaron que el Pentateuco contenía una variedad de nombres para Dios. Y ellos sostenían que estas variaciones eran evidencias de una larga evolución de la fe de Israel. Por ejemplo, algunas veces el Pentateuco simplemente usaba el término hebreo “Elohim” אֱלֹהִים o “Dios”. Otras veces, Dios es llamado “Jehová”, “Yahweh” יהוה o “El Señor”. El Pentateuco combina estos términos unos con otros y con otros términos también como, “Yahweh Elohim” o “El Señor Dios”, y “Yahweh Yireh”, o “El Señor provee”. Dios también es llamado “El Elyon” o “El Altísimo”, y “El Shaddai”, generalmente traducido como “Dios Todopoderoso”.

Es importante señalar que mientras el Pentateuco refleja una variedad de nombres para Dios, esto no es inusual. Investigaciones del siglo veinte sobre los nombres divinos de religiones antiguas del Cercano Oriente señalan que los autores usan una variedad de nombres para sus dioses también. Los primeros académicos críticos pensaron que estas variaciones en los nombres de Dios en el Pentateuco revelaban una larga historia de composición. Creían que los diferentes nombres para Dios indicaban que una fuente era añadida a otra y a otra, y finalmente resultó en el Pentateuco.

 

Cuando leemos el Antiguo Testamento, no nos toma mucho notar que hay diferentes nombres para Dios; En Génesis 1, el nombre de Dios es Elohim. En Génesis 2, tenemos el nombre de Yahweh. Los enfoques críticos entenderían esto de una manera muy diferente a como un evangélico lo haría. Un crítico académico diría que estos vienen de diferentes fuentes. Cómo evangélicos, pienso que necesitamos dar un paso atrás y entender el panorama general. Dios es Elhoim, y él es Yahweh. Elohim es el Dios Todopoderoso, el único que está sobre el mundo, el Creador, el único al que todas las naciones del mundo reconocerán como el poderoso, la figura final. Pero en una relación de pacto con la nación de Israel, él se revela a sí mismo con un nombre muy personal, Yahweh. Él es el “Yo Soy” que será para su pueblo y con su pueblo. Y ese es un nombre del pacto porque Israel es el pueblo escogido de Dios.

 

        Dr. David Talley

 

Además de la variedad de nombres divinos, muchos de los críticos académicos, han apoyado sus puntos de vista respecto a la autoría del Pentateuco, dirigiendo la atención a lo que han llamado “relatos duplicados”.

  

Relatos Duplicados

 No es difícil ver que un número de pasajes en el Pentateuco se parecen entre sí. Pero los intérpretes críticos sostienen que estos pasajes reflejan diferentes tradiciones orales entre los diferentes grupos de personas, y los procesos por los cuales estos relatos llegaron a ser escritos en el Pentateuco.

Por ejemplo, los intérpretes generalmente han señalado lo que ellos llaman los “dos relatos de la creación” en Génesis 1:1 al 2:3 y Génesis 2:4 al 25. También señalaron las similitudes entre los relatos de Abraham e Isaac cuando mintieron y pusieron en peligro las vidas de sus esposas en Génesis 12:10 al 20; 20:1 al 18; y 26:7 al 11. Tanto los intérpretes judíos como los cristianos han explicado estas similitudes en maneras razonables. Pero los académicos críticos mantienen que estos relatos representan diferentes tradiciones orales que fueron escritas y después incorporadas en el Pentateuco.

En tercer lugar, los académicos críticos han señalado lo que ellos consideran inconsistencias en el Pentateuco. Y han argumentado que estas llamadas inconsistencias sostienen sus complejas reconstrucciones de esta parte de la autoría bíblica.

 

 

Inconsistencias

 Por ejemplo, ellos generalmente señalan diferencias entre las regulaciones de la Pascua en Éxodo 12:1 al 20 y Deuteronomio 16:1 al 8. Y también han señalado las variaciones entre los Diez Mandamientos en Éxodo 20:1 al 17 y Deuteronomio 5:6 al 21. Una vez más, los intérpretes judíos y cristianos han mostrado cómo estas y otras diferencias pueden ser reconciliadas. Pero los intérpretes críticos las han visto como el reflejo de una larga y compleja historia de tradiciones orales y recursos escritos que fueron confeccionados juntos en el Pentateuco como lo tenemos hoy en día.

 Cuando leemos la Biblia, y el Pentateuco, nos enfrentamos con diferentes tipos de literatura. Y algunas veces leemos cosas como cuando el libro de Génesis comenzó, en Génesis 1:1 al 2:3, tenemos una imagen de Dios creando en siete días con un orden particular. Dios crea con su palabra y esa es una poderosa declaración acerca del poder de Dios, de Dios como Creador, Dios creando a la humanidad a su imagen. Y después en el siguiente capítulo 2:4 al 25, tenemos otra historia de la creación, una historia detrás de otra. Cuando vemos esa historia, algunas personas podrían ver contradicciones porque ahora vemos que Dios es llamado “el Señor Dios”. En lugar de ser este Dios que habla las cosas que no son a la existencia, tenemos un Dios que viene y crea a las personas. Hace al ser humano del polvo, el primer hombre, hace a la primera mujer de la costilla del hombre. Así que en vez de ver a un Dios, creador invisible – Él baja, casi a términos humanos y hace que las cosas sucedan con sus manos. Pero tenemos otra historia, que es en última instancia complementaria, no contradictoria… y otra vez, tenemos que preguntarnos si realmente hay contradicciones, ¿realmente vamos a pensar que los pueblos antiguos no veían estas cosas? Esto es una pieza clave. No eran ingenuos. Es una época diferente, una cultura diferente, pero eran inteligentes, y en su sabiduría ellos veían estas cosas juntas. Vemos que la segunda historia nos da un Dios más práctico. En la teología lo llamamos, un Dios inmanente, el Dios que viene a la creación. Y creo que la manera fiel de leer las Escrituras es no leerla con desconfianza sino con un sentido de entendimiento. Podemos tener preguntas, pero debemos tener una fe que busca el entendimiento, y al final de cuentas, lo que está en la Biblia es lo que Dios quiere que esté en la Biblia, y mi trabajo como lector es escuchar atentamente, especialmente en lugares donde me puede molestar, para tratar de ver lo que Dios realmente está diciendo al poner dos cosas que parecen diferentes en proximidad. Pero debemos estar agradecidos porque en diferentes tiempos y lugares esos dos tipos de imágenes pueden tener mucho más significado en un momento que en otro.

 

        Dr. Brian D. Russell

 

Una vez que hemos visto los enfoques críticos modernos en términos de sus presuposiciones y de puntos de vista sobre la autoría, podemos considerar algunas de las principales estrategias interpretativas que los académicos críticos han seguido al estudiar el Pentateuco.

 

 Estrategias Interpretativas

 Hay muchas formas de resumir estos asuntos, pero tocaremos las cinco principales estrategias interpretativas de los académicos críticos modernos. Consideraremos estas estrategias en el orden en que se desarrollaron comenzando con la crítica de las fuentes.

 

Crítica de las Fuentes

 La crítica de las fuentes, o como al principio fue llamada, “crítica literaria”, se originó en la obra de K. H. Graf titulada Los Libros Históricos del Antiguo Testamento, publicada en 1866. Fue refinada por el bien conocido intérprete, Julius Wellhausen en su obra “Prolegómenos a la Historia de Israel”, publicada en 1883.

La crítica de las fuentes creía que el Pentateuco había surgido de la tradición oral, así como todos los otros escritos de las religiones antiguas. Pero ellos concentraron su atención en identificar e interpretar partes del Pentateuco que ellos creyeron que venían de fuentes escritas independientes que surgieron durante el período de la monarquía de Israel. Siguiendo la terminología de Wellhausen, en su hipótesis documentaria, las primeras fuentes documentarias del Pentateuco, escritas al principio de la monarquía, han sido normalmente identificada como “J” por su nombre Jehovísta o Yahvista. Lleva este nombre porque el nombre prominente de Dios en pasajes identificados con esta fuente de escritura es “Yahweh” – pronunciada con “J” en alemán, así como cómo escribimos el “Jehová” en español. Los pasajes “J” aparecen dispersos en los libros de Génesis y Éxodo. La crítica de las fuentes ha sostenido que algunas partes del Pentateuco fueron originalmente escritos en Judá durante los días de Salomón alrededor del año 950 a. C.

Desde este punto de vista, los pasajes “J” representan un documento que hablaba de los tiempos antiguos y apoyaba la centralización y la regulación de la religión y sociedad israelita por la dinastía de David en Jerusalén.

Una segunda fuente escrita del Pentateuco ha sido identificada como “E”, por su nombre Elohista, porque Dios normalmente es llamado Elohim en estos pasajes. Los materiales de “E” también aparecen en Génesis y Éxodo. De acuerdo a esta teoría, las fuentes de “E” fueron escritas alrededor del año 850 a. C. en el norte, después de la división de Israel en dos reinos. Los textos de “E” promovieron puntos de vista proféticos del norte que fueron críticos de la dinastía de David.

Una tercera fuente literaria ha sido identificada como “D” por su nombre Deuteronomista. Se le ha dado este nombre porque los materiales de “D” aparecen principalmente en el libro de Deuteronomio y sólo ocasionalmente en otras partes del Pentateuco. Este material es usualmente fechado entre las reformas de Josías aproximadamente en el año 622 a. C. Y la caída de Jerusalén ante Babilonia en el año 586 a. C en una teoría común, “D” representó el trabajo de los levitas quienes huyeron del norte de Israel hacia Judá. Estos levitas no sólo eran fieles a la casa de David sino también eran cruciales para ésta.

Finalmente, una cuarta fuente literaria principal en el desarrollo del Pentateuco ha sido normalmente identificada como “P” por su referencia al escritor o escritores Sacerdotales (Se llama P por su nombre en inglés Priestly Source). En una reconstrucción común, “P” era un grupo de sacerdotes quienes compusieron Levítico y compilaron y editaron otras porciones del Pentateuco entre los años 500 y 400 a. C. de acuerdo con esta reconstrucción, “P” diseñó el Pentateuco para que guiara el orden social y la adoración después de que el remanente de Israel había regresado del exilio.

Durante el siglo veinte, los académicos competentes casi no dejaron ningún aspecto de la crítica de las fuentes sin cuestionamientos. Sin embargo, vestigios de estas perspectivas siguen apareciendo en casi todos los comentarios críticos sobre el Pentateuco.

 

 Crítica de las Formas

 Una segunda estrategia principal de los enfoques críticos hacia el Pentateuco ha sido llamada “crítica de las formas o historia de las formas” (en inglés, “form criticism”).

La crítica de las formas comenzó como un campo especializado de estudios del Antiguo Testamento con el trabajo de Hermann Gunkel en Las Leyendas de Génesis, escritas en el año de 1901. Gunkel y sus seguidores aceptaron los principios más importantes de la crítica de las fuentes, pero se enfocaron en uno de los primeros aspectos del desarrollo del Pentateuco. En lugar de centrarse en las fuentes escritas del Pentateuco, los críticos de las formas se concentraron en lo que creyeron que eran las tradiciones orales que precedieron al tiempo de los monarcas de Israel.

Durante el tiempo en el que la crítica de las formas era popular, los académicos notaron las formas en las que las tradiciones orales funcionaron en las culturas tribales analfabetas. Los críticos de las formas aplicaron estos estudios a medida que buscaban las tradiciones preliterarias puras y dinámicas que los dirigirían a las fuentes documentarias del Pentateuco.

El método de la crítica de las formas consistía básicamente de dos etapas: por un lado, los críticos de las formas analizaban pasajes para descubrir formas orales antiguas o géneros, como mitos, cuentos populares, sagas, romances, leyendas y parábolas. Por otro lado, asociaban estos géneros con contextos culturales conocidos como “Sitzs im Leben”, o “posición en la vida” de estas tradiciones orales. Estos contextos incluían adoración, campamentos tribales, instrucción familiar, tribunales locales y otros similares.

Por ejemplo, un número de críticos de las formas han tratado el relato de Jacob luchando en Peniel, en Génesis 32:22 al 32, como una historia que fue originalmente contada alrededor de fogatas de las tribus antiguas. Ellos argumentaban que inicialmente ésta historia surgió como un cuento de eventos mágicos o súper naturales en el vado del arroyo de Jaboc. De esta manera, la historia fue asociada con una figura tribal conocida como Jacob mucho más tarde.

La crítica de las formas enfatizó la importancia de las estructuras y características formales de los textos bíblicos. Así es como ambas, la crítica de las fuentes y la de las formas han sido cuestionadas. Los cuestionamientos para la crítica de las formas se enfocan en sus reconstrucciones especulativas de las formas orales y los contextos de los textos bíblicos. La crítica de las formas dirige a muchos académicos críticos hacia reconstrucciones cuestionables en vez de hacia el Pentateuco tal como existe en el canon de las Escrituras.

 

 Crítica Tradicional

 Una tercera manera principal en la que los académicos críticos han interpretado el Pentateuco es a menudo llamada crítica tradicional o crítica tradicional histórica.

Basándose en las conclusiones de la crítica de las fuentes y de la crítica de las formas, la crítica tradicional se enfoca en cómo las tradiciones primitivas orales y los textos escritos se convirtieron en complejas perspectivas teológicas y políticas. Líderes académicos como Martin Noth en Una Historia de las Tradiciones del Pentateuco, publicada en el año 1948, y Gerhard von Rad en su Teología del Antiguo Testamento publicada en 1957, se cuestionaban cómo el Pentateuco reflejaba la influencia de varias tradiciones.

Entre otras cosas, los críticos tradicionales identificaron lo que ellos creían eran conjuntos de creencias teológicas competitivas encontradas en el Pentateuco. Ellos señalaron cómo el Pentateuco reflejó uniones de diversas tradiciones sobre temas como la creación, los patriarcas, el éxodo de Egipto, y la conquista de la Tierra Prometida. También exploraron puntos de vista concernientes a las tribus de Israel, el trono de David, el templo de Jerusalén, por mencionar unos cuantos. Y ellos creían que estas complejas corrientes de teología influenciaron profundamente a muchos de los principales temas que aparecen en el Pentateuco.

Una vez más, la mayoría de las conclusiones específicas de la crítica tradicional han sido cuestionadas a través de los años. Sin embargo, podemos ver los vestigios de este enfoque cuando los intérpretes del Antiguo Testamento hablan de pasajes que reflejan varias corrientes de la tradición en Israel que contradicen o incluso compiten entre sí.

 

 Crítica de la Redacción

 Una cuarta forma en la que los intérpretes críticos han abordado el desarrollo del Pentateuco ha sido llamada “historia” o “crítica de la redacción” (en inglés “redaction criticism”). Como la palabra “redacción” indica, esta estrategia se enfoca en cómo los documentos hipotéticos fueron editados juntos en el Pentateuco tal y como los conocemos hoy en día.

La crítica de la redacción comenzó en el siglo veinte en estudios del Nuevo Testamento como una manera de explicar las diferencias entre los evangelios del Nuevo Testamento. Los críticos de la redacción creían que estas diferencias resultaron de la edición y remodelación de registros previamente escritos.

Técnicas similares fueron aplicadas al Pentateuco. Se hicieron intentos para explicar cómo los diferentes editores tomaron escritos de fuentes antiguas como “J”, “E” y “D” y los unieron hasta que el Pentateuco alcanzó su forma final. Este enfoque especialmente se centraliza en el trabajo editorial tardío de “P”.

La crítica de la redacción tiene la ventaja de llamar la atención hacia los libros de Génesis a Deuteronomio tal y como aparecen en la Biblia hoy en día. Pero la crítica de la redacción nunca se separó significativamente con las conclusiones de la crítica de las fuentes, de la forma y de la tradición.

 

 Crítica Contemporánea

 En este punto, debemos mencionar algunas de las tendencias que caracterizan la crítica contemporánea, o los enfoques críticos de mayor influencia actualmente en el Pentateuco.

En décadas recientes, muchos intérpretes críticos prominentes han tratado de ir más allá de las antiguas reconstrucciones históricas críticas. En lugar de eso, se han concentrado en la notable unidad teológica y en la profundidad de los textos hebreos tradicionales del Pentateuco. Estos enfoques han tomado diferentes formas – critica retórica, crítica canónica, nueva crítica literaria – por nombrar unas pocas. Pero todos ellos comparten un enfoque de interpretación del Pentateuco como se nos ha dado a través de la sinagoga y la iglesia. El tratar al Pentateuco en su forma final es más prometedor que los enfoques críticos antiguos. Pero sólo el tiempo dirá que fruto producirán estos enfoques contemporáneos.

Hasta ahora en nuestra “Introducción al Pentateuco” nos hemos enfocado en los enfoques críticos modernos para esta parte de la Biblia. Ahora iremos a nuestro segundo tema principal en esta lección. Los enfoques evangélicos modernos sobre el Pentateuco. ¿Cómo los evangélicos de hoy en día abordan los primeros cinco libros de la Biblia?

 

 ENFOQUES EVANGÉLICOS MODERNOS

 Recordemos aquí, que hemos definido a los evangélicos como quienes se apegan a la total autoridad de las Escrituras. No es necesario decir que no siempre han aplicado esta convicción exactamente de la misma manera. Este compromiso a la autoridad de las Escrituras sigue dirigiendo a los evangélicos a manejar al Pentateuco de manera diferente a los académicos críticos modernos.

Resumiremos los enfoques evangélicos modernos sobre el Pentateuco a lo largo de las líneas de nuestra discusión anterior. Primero, observaremos algunas presuposiciones importantes que deben guiarnos. Segundo, consideraremos los enfoques evangélicos sobre la autoría del Pentateuco. Y tercero, examinaremos algunas de las principales estrategias interpretativas evangélicas. Veamos primero algunas presuposiciones evangélicas importantes.

 

 Presuposiciones

 Nos limitaremos a dos presuposiciones que contrastan entre el enfoque crítico y el evangélico. Primero, examinaremos nuestra creencia en el sobrenaturalismo. Y segundo, veremos nuestras presuposiciones acerca del desarrollo histórico de la fe de Israel. Veamos primero nuestra creencia en el sobrenaturalismo.

  

Sobrenaturalismo

 “Sobrenatural” es nuestro lenguaje moderno para distinguir algo de lo “natural” porque, si creemos en Dios, creemos que Dios trabaja a través de todas las cosas. Pero desde que el escéptico filósofo escocés David Hume hizo este tipo de distinción y dijo, “bueno, no tenemos razón para creer en la actividad sobrenatural”, ha sido un problema. Y una de las principales razones por las que muchas personas han argumentado en contra de la fiabilidad de la Biblia, es que: “La Biblia está llena de milagros y nosotros sabemos que los milagros no suceden. ¿Por qué sabemos esto? Porque David Hume lo comprobó”. Y si vemos su argumento nuevamente, vemos que éste no era correcto totalmente. Uno de los puntos principales es que no tenemos testigos creíbles que afirmen la existencia de milagros, ciertamente no ahora que podemos probarlos. Y aun en los días de Hume, había testigos creíbles de que Dios estaba haciendo cosas milagrosas, y actualmente tenemos un número increíble de estos. Y si hay milagros actualmente, cuanto más podemos esperar que hubiera en momentos significativos en la historia de la salvación a medida que Dios estaba trabajando.

 

        Dr. Craig S. Keener

 

Las Escrituras enseñan que Dios normalmente dirige la historia en maneras que siguen patrones discernibles. La razón y la ciencia son regalos de Dios que nos ayudan a discernir estos patrones. Y por esta razón, los evangélicos valoran acertadamente la investigación racional y científica en el Pentateuco. Pero al mismo tiempo, los seguidores de Jesús también saben que Dios ha participado y continúa involucrándose sobrenaturalmente en el mundo. Dios actúa de maneras que están fuera, más allá y aun en contra de los procesos ordinarios y las causas naturales. Esta creencia afecta nuestro estudio del Pentateuco en muchas maneras. Pero en particular, nos asegura que Dios inspiró y supervisó la escritura de estas Escrituras. Así que, estas son su Palabra plenamente autoritaria y confiable. Por supuesto, siempre debemos de tener cuidado de no confundir nuestras interpretaciones con lo que el Pentateuco realmente dice. Nuestras interpretaciones están siempre sujetas a mejorar. Pero desde un punto de vista evangélico, cualquier cosa que el Pentateuco realmente proclame que es cierto, es cierto, porque es inspirado por Dios.

Nuestras presuposiciones acerca de lo sobrenatural nos conducen directamente a presuposiciones acerca del desarrollo histórico de la fe de Israel.

 

 Desarrollo Histórico

 

Cómo hemos visto, los académicos críticos modernos han argumentado que la fe de Israel se desarrolló de manera natural a lo largo de las mismas líneas que el resto de las otras religiones en el antiguo Cercano Oriente. Pero los evangélicos sostienen que la fe de Israel se desarrolló a través de revelaciones divinas especiales. Dios realmente se reveló a sí mismo a hombres y mujeres, comenzando con Adán, y después con Noé. Y también habló a los patriarcas de Israel, Abraham, Isaac y Jacob. Él se dirigió a Moisés en la zarza ardiente. El reveló su Ley para Israel en el Monte Sinaí. Estos tipos de revelaciones causaron que la fe de Israel se desarrollara de manera diferente a las otras religiones del antiguo Cercano Oriente. Sin duda la gracia común de Dios y la influencia de Satanás llevó a similitudes entre la fe de Israel y la de las religiones de otras naciones. Pero la fe de Israel no evolucionó simplemente de forma natural. En lugar de eso, Dios sobrenaturalmente guió el desarrollo de la temprana fe de Israel tal y como enseña el Pentateuco.

Hemos considerado el enfoque evangélico moderno y las presuposiciones que contrastan con los enfoques críticos hacia el Pentateuco. Estos enfoques han llevado a creencias que contrastan acerca de la autoría del Pentateuco. Los académicos críticos rechazan la idea de que el Pentateuco pudiera venir de los días de Moisés. Pero los evangélicos continúan afirmando la antigua creencia judía y cristiana de que el Pentateuco vino de Moisés.

 

 Autoría

 Para investigar el enfoque evangélico sobre la autoría del Pentateuco, iremos en dos direcciones. Primero, señalaremos algunas evidencias bíblicas para este punto de vista. Y segundo, explicaremos cómo los evangélicos modernos creen en lo que ha sido llamada la “autoría Mosaica esencial”. Comencemos con algunas de las evidencias bíblicas para la autoría de Moisés.

 

 Evidencia Bíblica

 Las Escrituras contienen más que suficiente evidencia bíblica para el punto de vista tradicional de que Moisés fue el autor del Pentateuco. Pero para resumir, consideraremos sólo unos pocos pasajes desde tres distintas partes de la Biblia, comenzando con la evidencia del Nuevo Testamento. Escuchemos a Lucas 24:44 donde Jesús dijo:

 Era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos (Lucas 24:44).

 Aquí, Jesús se refirió a todo el Antiguo Testamento en tres divisiones, así como muchos judíos en sus días: Moisés, los profetas y los salmos. A través de estas designaciones, Lucas plenamente indicó que Jesús asoció el Pentateuco, o el Torá, con Moisés. Jesús también se refirió a Moisés como el autor del Pentateuco en Juan 5:46 donde dijo:

 Porque si creyeseis a Moisés, me creerías a mí, porque de mí escribió él (Juan 5:46)

 Además del propio testimonio de Jesús, otros pasajes del Nuevo Testamento se refieren a porciones específicas del Pentateuco como provenientes de Moisés. Vemos esto en lugares como Marcos 7:10; Juan 7:19; Romanos 10:5 y 1 Corintios 9:9.

En realidad, el apoyo del Nuevo Testamento para la autoría Mosaica está basada en el testimonio del Antiguo Testamento. Y en muchas ocasiones, los libros del Antiguo Testamento asocian al Pentateuco con Moisés. Por ejemplo, escuchemos 2 Crónicas 25:4:

 Amasías actuó según lo que está escrito en la ley, en el libro de Moisés (2 Crónicas 25:4).

 Pasajes similares en el Antiguo Testamento también asocian a Moisés con el Pentateuco, incluyendo pasajes como 2 Crónicas 35:12; Esdras 3:2 y 6:18; y Nehemías 8:1 y 13:1. También debemos señalar que el testimonio del Nuevo Testamento y el Antiguo Testamento, en general están basados en lo que el Pentateuco mismo dice acerca de su autor.

Estrictamente hablando, la mayor parte del Pentateuco es anónima. Excepto por el primer versículo de Deuteronomio, Moisés no es mencionado al inicio o al final de ninguno de estos libros de manera que se pueda indicar su autoría. Pero esto no era poco común en el antiguo Cercano Oriente. Ni tampoco era inusual en las Escrituras. De hecho, el Pentateuco mismo hace declaraciones explícitas verificando que Moisés recibió revelaciones de Dios y fue responsable de la composición del Pentateuco. Por ejemplo, Éxodo 24:4 nos dice que Moisés escribió el Libro del Pacto que se encuentra en Éxodo 20:18 hasta el 23:33. En Levítico 1:1 y 2 aprendemos que las regulaciones fueron dadas a Israel a través de Moisés. En Deuteronomio 31:1 y 32:44, se nos dice que Moisés dio los discursos contenidos en el libro de Deuteronomio. En resumen, el Pentateuco clara y explícitamente proclama que Moisés estuvo activamente involucrado recibiendo y trasmitiendo el contenido de las principales porciones del Pentateuco.

Estas y otras evidencias explican porque los evangélicos se han mantenido firmes en contra de las especulaciones acerca de la autoría del Pentateuco. Las Escrituras no apoyan las reconstrucciones críticas que asumen que el Pentateuco fue escrito después de la vida de Moisés. Si seguimos el testimonio del Antiguo y Nuevo Testamento, podemos estar seguros de asociar el Pentateuco con Moisés.

 El Pentateuco se presenta así mismo, esencialmente Mosaico. Moisés es uno de los principales personajes, desde el Éxodo hasta Deuteronomio. Y el mismo texto se presenta desarrollándose en gran parte en la época de Moisés. Se nos dice por ejemplo en Éxodo 24, que Jehová le dijo a Moisés que escribiera el Libro del Pacto, el cuál se encuentra en Éxodo capítulos 21 al 23. Se nos dice en el libro de Levítico que tenemos una serie de discursos y leyes presentadas por Moisés. Moisés es el principal personaje en el libro de Números. En el libro de Deuteronomio, tenemos una serie de discursos que Moisés dio, y se nos dice en varias ocasiones en el libro de Deuteronomio que Moisés escribió esta sección y se la dio a los sacerdotes. Ahora, eso no significa que Moisés escribió todo el libro de Deuteronomio en sí, pero el libro mismo nos dice que porciones importantes del libro, la mayor parte del libro, fue escrito por Moisés y después entregado a los sacerdotes. Así, en Deuteronomio, independientemente de que si él fue el autor final o el narrador final, entonces por lo menos el 90% del libro lo escribió Moisés mismo.

 

        Dr. Gordon H. Johnston

 

Habiendo visto que el concepto básico de la autoría Mosaica está apoyado por evidencia bíblica, debemos ver nuestra segunda consideración. ¿A qué se refieren los evangélicos modernos por autoría Mosaica esencial?

 Autoría Mosaica Esencial

 Mientras los evangélicos responden a los enfoques críticos sobre el Pentateuco, ellos mejoran sus respuestas en una variedad de formas. Pero para mediados del siglo veinte, se hizo común hablar de la “autoría Mosaica esencial” del Pentateuco.

Escuchemos la manera en la que Edward J. Young resume este punto de vista en su Introducción al Antiguo Testamento, publicado en 1949:

 Cuando afirmamos que Moisés escribió…el Pentateuco, no queremos decir que necesariamente escribió cada palabra. Él pudo haber usado partes de documentos escritos previamente. También, bajo inspiración divina, pudo haber algunas revisiones o adiciones secundarias. Esencialmente sin embargo, es el producto de Moisés.

 Ahora, los evangélicos han entendido los detalles de este punto de vista sobre la autoría de Moisés en una variedad de formas. Pero en un grado u otro, hablamos de la “autoría Mosaica esencial” para recordarnos a nosotros mismos los tres factores que debemos siempre mantener en mente: Las fuentes que Moisés usó, el proceso por el cual el Pentateuco fue escrito, y la actualización del Pentateuco que tuvo lugar después de los días de Moisés. Consideremos primero las fuentes que Moisés usó.

 Fuentes. Las Escrituras nos dicen que Dios se reveló a sí mismo a Moisés en diferentes maneras. Por ejemplo, Dios escribió el original de los Diez Mandamientos con su propio dedo. Y el Libro del Pacto contiene las leyes que Dios dio a Moisés en el Monte Sinaí. Pero, como muchas otras partes de las Escrituras, hay indicadores de que Moisés también usó fuentes adicionales mientras escribía el Pentateuco.

Por un lado, el probablemente se apoyó en una variedad de tradiciones orales. Por ejemplo, con toda seguridad Moisés aprendió algunas cosas de su madre biológica y de su familia durante sus primeros años de infancia. Más aún, podemos ver en Éxodo 18:17 al 24 que Moisés fue muy receptivo a las instrucciones de su suegro Jetro, el madianita.

 Cada vez que hablamos de las tradiciones orales en alguna parte del Pentateuco, incluyendo la historia primitiva o en alguna otra parte, es un poco confuso porque obviamente no hay evidencia concreta de eso. Eso es lo que significa cuando decimos que es “oral”, significa que nada fue escrito. Pero cuando pensamos acerca de esto por un minuto, vemos cosas que nos ayudan a darnos cuenta que Moisés no pensó en estas historias en un solo día, ni que Dios le dijo a Moisés estas historias en un día sin ningún tipo de trasfondo oral. Una evidencia de esto es el hecho de que las culturas primitivas, aun hoy en día, dependen mucho de las historias contadas, de las repeticiones de generación en generación de las historias antiguas de sus pueblos, y esto es generalmente similar a los tiempos bíblicos cuando las personas hacían cosas parecidas. Y la evidencia más concreta que tenemos de esto en el Pentateuco es la forma en cómo se encuentran las historias en los libros de Éxodo y Números las cuales a menudo se repiten en el libro de Deuteronomio. Y en el libro de Deuteronomio, tenemos el contexto donde Moisés esta dando discursos o sermones que incluyen elementos que encontramos en los libros de Éxodo y Números. Pero algo interesante acerca de ellos es que mientras son similares no son exactamente iguales. Y así, había una cultura en los días de Moisés, una cultura en Israel, en esos días, de tomar las historias del pasado o tomar cuentos del pasado, cosas que han sucedido y como han sido trasmitidas de generación en generación y luego usarlas de maneras específicas en el contexto donde se vive. Y por supuesto, sabemos que Moisés creció en el hogar de su madre en sus primeros años de vida, y esto por supuesto le permitió conocer historias acerca de sus ancestros, conocer acerca de su identidad como hebreo, conocer su identidad como uno que desciende de Abraham. Y por supuesto, al interactuar Moisés con los ancianos de Israel, aun al regresar de su tiempo con Jetro, habría estado aprendiendo más historias que fueron distintivas de sus ancestros. Y así, hay buenas razones para pensar que Moisés, de hecho, dependió de las tradiciones orales, o de las historias que fueron contadas de generación en generación, cuando él escribió diferentes partes del Pentateuco.

 

        Dr. Richard L. Pratt, Jr.

 

La influencia de las tradiciones orales explica una característica notable del llamado de Moisés en la zarza ardiendo. Escuchemos lo que pasó en Éxodo 3:13 y 16:

 Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? ...diles: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me apareció (Éxodo 3:1, 16).

 Notemos que Dios simplemente le dijo a Moisés que se refiriera a él como “Jehová” “el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”. Alguien tuvo que haberle enseñado a Moisés acerca del nombre divino de Jehová y las tradiciones de los patriarcas. De lo contrario, la declaración de Dios habría originado muchas preguntas en la mente de Moisés. Pero, como vemos aquí, Moisés estaba tan bien preparado para recibir la dirección de Dios que nunca hizo ninguna pregunta acerca de esto.

Podemos estar seguros que las fuentes de Moisés también incluyeron documentos independientes cuando el compuso el Pentateuco. Vemos esto en lugares como Éxodo 24:7. Este versículo indica que Moisés escribió “el Libro del Pacto” como un documento independiente que él incluyó después en el libro de Éxodo. Y en Números 21:14 y 15, Moisés citó referencias geográficas de un libro existente conocido como “El Libro de las Batallas de Jehová”.

Tambien, en Génesis 5:1, leemos lo que parece ser una referencia explícita a una fuente literaria externa llamada “el libro de las generaciones de Adán”. Como esta traducción literal lo indica, Moisés probablemente se refirió a información que el adquirió de un “libro” o “rollo” actual – sēpher en hebreo – acerca de los descendientes de Adán. Más aún, Éxodo 17:14 se refiere a un registro de batalla. En este versículo, Dios le manda a Moisés:

 Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué (Éxodo 17:14).

 El mandato de Dios a Moisés indica que Moisés registró de forma independiente por lo menos algunos eventos antes de que él escribiera el Pentateuco como conjunto.

Cuando leemos el Pentateuco parece que, especialmente en el caso del libro de Génesis, Moisés estaba incorporando documentos muy antiguos. Sabemos que Moisés sabía cuatro idiomas. Moisés conocía el egipcio. También conocía hebreo porque creció en una familia hebrea; su madre fue su propia nodriza. También sabemos que él podría conocer el lenguaje común de aquellos días, el comercio internacional y el lenguaje diplomático llamado acadio. Y también él podría conocer el arameo, porque el arameo es un lenguaje que los israelitas hablaban en sus primeros días – Abraham, Isaac, Jacob, y así sucesivamente. Así que Moisés era una persona muy bien entrenada y educada, y esto se ve por la manera en la que él estructuró el libro de Génesis donde nos está diciendo que él estaba usando ciertos documentos, porque diez veces él nos dice, “Éstas son las generaciones de…” o “Éstos son los recuentos de…” y así sucesivamente. Y parece que esos son recuentos a los cuales él tuvo acceso, que él conservó, que él tradujo, quizá, de algún lenguaje original, como tal vez el arameo, o cananeo antiguo, al hebreo que él escribió para el pueblo al que él le estaba escribiendo en Génesis. No fue necesariamente este el caso, después de Génesis. Una vez que llegamos a Levítico y Números y claro, Éxodo y Deuteronomio, una vez que llegamos al final de los cuatro libros del Pentateuco, Moisés está componiendolos desde el lugar de la escena. Justo ahí, él está siendo parte de lo que sucede. Y lo más importante, Dios está haciendo que suceda, porque la mayor parte de esos libros son las palabras de Dios a través de su profeta.

 

        Dr. Douglas Stuart

 

Además de reconocer las fuentes orales y literarias del Pentateuco, cuando los evangelistas hablan de la autoría Mosaica esencial ellos reconocen también que el Pentateuco fue realmente escrito bajo un complejo proceso.

 Proceso. En primer lugar, Moisés entregó gran parte del Pentateuco a través de la recitación oral antes de que fuera escrito. Sus discursos en Éxodo y Deuteronomio nos proveen con ejemplos explícitos de esto. Y es posible que otras porciones del Pentateuco fueran también entregadas a Israel oralmente al principio y más tarde por escrito.

Es probable que Moisés empleó amanuenses – secretarios o escribas – para componer el Pentateuco. Sabemos que Moisés fue instruido en las cortes de Egipto. Así que, él estaba familiarizado con la bien establecida práctica de usar escribas y secretarios para escribir documentos oficiales. Como líder de Israel, Moisés probablemente comisionó amanuenses para escribir la mayoría del Pentateuco bajo su supervisión.

Las Escrituras son claras en que otros escritores bíblicos inspirados también emplearon secretarios. Por ejemplo, en Jeremías 36:4, el profeta Jeremías explícitamente instruyó a su discípulo Baruc a escribir sus palabras.

Podemos ver evidencia de esta práctica principalmente en los irregulares estilos literarios del Pentateuco. Por ejemplo, los estilos narrativos que aparecen en varias porciones de Génesis son bastante diferentes unos de otros. Y vemos notables diferencias entre el hebreo formulaico y repetitivo de Deuteronomio y todos los otros libros del Pentateuco. Con toda probabilidad, variaciones como estas reflejan el trabajo de diferentes escribas. La autoría Mosaica esencial se preocupa no sólo de las fuentes y los procesos que Moisés usó, sino también de la actualización del Pentateuco después del tiempo de Moisés.

   

Actualización. Los intérpretes críticos creen que el Pentateuco alcanzó su forma definitiva después del regreso de Israel del exilio. Pero los evangélicos han sostenido que el Pentateuco se originó en los días de Moisés. Hay algunas porciones del Pentateuco que representan una actualización editorial después de los días de Moisés.

Ahora, tenemos que ser muy cuidadosos cuando fechamos elementos particulares del Pentateuco. Por ejemplo, algunos intérpretes han sugerido que cada pasaje que menciona a los “filisteos” debió haber sido escrito después de los días de Moisés. Pero este punto de vista no es convincente por al menos tres razones.

Primero, los datos arqueológicos sobre la presencia de los filisteos en la región están en disputa. Segundo, Moisés pudo haber usado el término “filisteo” (el cual significa “viajero”) como una designación sociológica. Y tercero, aun si el término “filisteo” no era conocido en los días de Moisés, siempre es posible que el uso de “filisteo” simplemente representa una ligera actualización para apoyar a las audiencias posteriores a los días de Moisés.

De manera similar, los intérpretes han sostenido que la lista de gobernantes edomitas en Génesis 36:31 al 43 va más allá del tiempo de vida de Moisés. Pero las identificaciones de los gobernantes de Edom enlistados en Génesis no son certeras. Y también es posible que estos pasajes simplemente contengan ligeras extensiones de listas añadidas después del tiempo de Moisés.

Un claro ejemplo de una actualización de menor importancia aparece en Génesis 14:14. Donde leemos:

 Oyó Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan (Génesis 14:14).

             Este pasaje dice que Abraham persiguió a sus enemigos “hasta Dan”. Pero aprendemos en Josué 19:47 que esta región al norte no se llamó con el nombre de Dan hasta los días de Josué.

Así que, las Escrituras mismas indican que Génesis 14:14, refleja una actualización al nombre del lugar. Este tipo de modernización ayudó a los lectores posteriores a asociar la historia de Abraham con la geografía que ellos conocían.

Y seguramente otros pasajes en el Pentateuco fueron actualizados de la misma manera también.

Quizá la actualización más conocida e importante en el Pentateuco es el registro de la muerte de Moisés en Deuteronomio 34. Pero aun ahí, tenemos poco más que un apéndice explicando lo que le sucedió al dador de la ley de Israel.

Además de actualizaciones menores como esta, el lenguaje del Pentateuco fue también actualizado a medida que el lenguaje hebreo se desarrollaba. Recientes descubrimientos sugieren que Moisés escribió en un lenguaje que los académicos han llamado “proto – hebreo”.

La evidencia de los documentos internacionales encontrados en Egipto, conocidos como las “Cartas de Amarna” indican que esta forma de hebreo estaba estrechamente relacionada con los dialectos cananeos usados en los tiempos de Moisés. Pero este lenguaje fue mucho antes de lo que encontramos en el texto hebreo tradicional del Pentateuco.

 La cuestión del lenguaje del Antiguo Testamento es algo fascinante. ¿Cuándo se formó este lenguaje? ¿De dónde vino? ¿De dónde surgió? Esto es algo que ha intrigado a la gente durante mucho tiempo, debido a las evidencias en el terreno de la arqueología, ¿Acaso existe la escritura hebrea, el hebreo antiguo? Y tenemos muchos textos que han sido escavados recientemente, en el siglo veinte. Pero llegan tarde. Llegan después del tiempo Mosaico. ¿Qué se puede hacer? Bueno, tenemos evidencia de los años 1300, el siglo catorce a. C. de que hubo toda una correspondencia diplomática, un archivo que fue excavado, no en Canaán – la que se convertiría en la tierra de Israel – sino en Egipto… Pero es aún mejor porque este fue escrito por personas en Canaán que escribían para Egipto… y lo escribían en acadio, que es un lenguaje que realmente se originó en Mesopotamia, pero que es la lengua franca, el lenguaje internacional de la diplomacia de la época. Pero ellos eran cananeos, eran personas locales escribiendo a sus gobernantes en Egipto, y hay pequeñas notas al margen que tienen ahí, y esto está escrito en el lenguaje cananeo. Y ahí está nuestra conexión. El lenguaje cananeo es lo que nos conecta con el hebreo de la época Mosaica. Ahora, por supuesto, no tenemos ningún registro, no queda nada del hebreo de la era Mosaica, pero esa es nuestra conexión, ese es nuestro puente. Así que, viene de las notas de margen cananeas que tenemos del hebreo de la época de Moisés, al que conocemos hoy como el hebreo estándar bíblico del cual salen la mayoría de los textos hebreos del pre-exilio y de los textos que preceden al exilio. Así que, esa es nuestra conexión. Es indirecta, pero es real, y es substancial.

 

        Dr. Tom Petter

 

Durante la época de los monarcas de Israel, entre los años 1000 a. C. y 600 a. C., el lenguaje se había desarrollado en lo que hoy es conocido como “antiguo” o “paleo – hebreo”. Muchos académicos están de acuerdo en que porciones del Pentateuco se asemejan a esta etapa del hebreo, tales como partes de Éxodo 15 y Deuteronomio 32.

Pero la gran mayoría del Pentateuco se asemeja al vocabulario, ortografía y gramática de lo que nosotros ahora llamamos “hebreo clásico”, una etapa en el desarrollo del hebreo que estaba en uso entre la mitad del siglo octavo y principios del siglo sexto a. C.

A partir de esta evidencia, parece que el proto – hebreo que Moisés mismo usó fue actualizado al paleo – hebreo. Luego fue modernizado en el hebreo clásico tal y como lo tenemos ahora en la Biblia hebrea.

Es importante recordar, que en los días de Jesús sus apóstoles y profetas, el hebreo del Pentateuco ya había pasado por este tipo de cambios. Pero este hecho no disuadió a Jesús o a sus seguidores de tratar al Pentateuco de sus días como un fiel representante de lo que Moisés escribió. Como seguidores de Cristo hoy en día, podemos estar seguros de que el Pentateuco, tal y como lo tenemos ahora, representa fielmente los escritos originales de Moisés.

 

 Estrategias Interpretativas

Hasta ahora, hemos visto el enfoque evangélico moderno y hemos tocado algunas presuposiciones importantes que los evangélicos aportan al Pentateuco. También hemos considerado como los evangélicos ven la autoría de esta parte de la Biblia. Ahora, veamos algunas de las maneras en las que los enfoques han afectado las estrategias interpretativas que siguen los evangélicos.


Temática

 Hay muchas maneras de describir estas estrategias interpretativas, pero hablaremos de tres direcciones principales que los evangélicos han seguido. Primero consideraremos lo que hemos llamado interpretación temática.

Después exploraremos la interpretación histórica. Y finalmente, investigaremos la interpretación literaria. Estas tres estrategias son altamente interdependientes y nunca operan separadas unas de las otras. Pero, representan diferentes énfasis, así que nos ayudara el verlas de manera individual comenzando con la interpretación temática.

En la interpretación temática, vemos el Pentateuco como un espejo que refleja temas importantes para nosotros.

Los evangélicos han enfatizado legítimamente ciertos temas en esta parte de la Biblia. Pero cada libro en el Pentateuco tiene su propio conjunto de prioridades. Así que, Moisés mismo pudo o no haber enfatizado estos temas. Este enfoque ha caracterizado gran parte de la interpretación cristiana a través de los milenios.

La lista de temas que los cristianos han enfatizado es muy larga.

Algunos han enfatizado preguntas personales y controversias actuales. Otros han usado el Pentateuco como apoyo para sus puntos de vista en la teología sistemática tradicional. Por ejemplo, el Pentateuco revela muchas cosas acerca de Dios. También dedica una gran cantidad de tiempo en diferentes aspectos de la humanidad. Y le da mucha atención al resto de la creación en general.

Ahora, uno de los más grandes inconvenientes en la interpretación temática es que generalmente minimiza el hecho de que los temas originales de Moisés eran para los israelitas que lo siguieron hacia la Tierra Prometida. Y debido a la poca atención dada a este contexto original, las interpretaciones temáticas a menudo no hacen más que llamar la atención a temas de menor importancia.

            Aun así, siempre hay que tener en mente que el Nuevo Testamento apoya este enfoque del Pentateuco. Jesús y los autores del Nuevo Testamento miraban los libros de Moisés cuando trataban con temas como la justificación por fe, el divorcio, la fe y las obras, y una serie de otros temas relativamente menores en esta parte de la Biblia.

Así que, mientras que tengamos cuidado de no leer estos temas en las Escrituras, la interpretación temática puede ser un enfoque valioso para el Pentateuco.

  

Histórica

 Adicionalmente a la estrategia interpretativa de la interpretación temática, también ha sido muy común para los evangélicos explorar el Pentateuco con lo que podemos llamar la interpretación histórica.

Los evangélicos no sólo creen que los temas teológicos del Pentateuco son ciertos. Sino que, siguiendo los ejemplos de Jesús y sus apóstoles y profetas, también creemos que el registro del Pentateuco sobre la historia es cierto. Por esta razón, los evangélicos a menudo han interpretado el Pentateuco como un medio para descubrir lo que sucedió en el pasado.

Hemos mencionado que las estrategias interpretativas temáticas tratan al Pentateuco como un espejo que refleja temas que son de interés para nosotros. A su vez, el análisis histórico trata al Pentateuco como una ventana hacia la historia. Vemos a través de los libros de Moisés, por así decirlo, para explorar la historia que hay detrás de ellos. Génesis traza la historia desde la creación hasta los días de José. La historia principal de Éxodo se extiende desde la muerte de José hasta el tiempo cuando Israel acampó con Moisés al pie del Monte Sinaí. Levítico elabora sobre algunas de las leyes y ritos que Moisés recibió mientras estaba en el Monte Sinaí. Números traza la marcha de la primera y segunda generación de la salida del Monte Sinaí hasta los campos de Moab. Y Deuteronomio elabora sobre los discursos de Moisés a Israel en los campos de Moab, mientras que estaban a punto de entrar a Canaán. En la interpretación histórica, los evangélicos han aprovechado esta orientación histórica bastante obvia.

Tan valiosa como la interpretación histórica ha sido, también tiene sus limitaciones. Al igual que el análisis temático, la interpretación histórica pone relativamente poca atención a Moisés y a su audiencia original. En lugar de eso, la orientación es hacia lo que Dios hizo en diferentes períodos de tiempo antes de que los libros del Pentateuco fueran escritos. ¿Qué hizo Dios con Adán y Eva? ¿Cuál era el significado del diluvio de Noé? ¿Cómo interactuó Abraham con Dios? ¿Qué logró Dios cuando Israel cruzó el mar? Estas son actividades legítimas, pero minimizan la importancia de Moisés como el autor y de Israel como la audiencia original.

 

Literaria

 Claramente, los evangélicos se han beneficiado de muchas maneras de la interpretación temática y de la interpretación histórica del Pentateuco. Pero en décadas recientes, una tercera orientación se ha puesto en primer plano, lo que hemos llamado interpretación literaria.

Como hemos visto, el análisis temático trata al Pentateuco como un espejo que refleja temas que son importantes para nosotros. El análisis histórico trata al Pentateuco como una ventana a los eventos históricos previos a su escritura. Por su lado, el análisis literario trata al Pentateuco como un retrato, una obra de arte literaria diseñada para impactar a su audiencia original en maneras particulares. Esencialmente, la interpretación literaria pregunta: ¿Cómo intentó Moisés impactar a su audiencia original israelita mientras escribía el Pentateuco?

Es justo decir que Moisés tenía muchos propósitos. Y nos ayuda describir estos propósitos en términos generales. Así que describiremos la meta de Moisés de esta manera: Cómo líder de Israel ordenado por Dios.

 Moisés escribió el Pentateuco para preparar a Israel para un fiel servicio a Dios en la conquista y establecimiento de la Tierra Prometida.

En lugar de tocar en una variedad de temas en lo abstracto, o lidiar con eventos fuera de puros intereses históricos, de una manera u otra, cada tema y registro histórico en el Pentateuco fue diseñado para lograr este objetivo.

La interpretación literaria reconoce que Moisés estuvo en medio de dos períodos de tiempo mientras él componía el Pentateuco. Por un lado, Moisés escribió acerca de lo que podemos llamar “ese mundo”, eventos que tuvieron lugar en el pasado. Eventos en el libro de Génesis que ocurrieron mucho antes de los días de Moisés. Éxodo y Levítico se concentran en eventos durante el tiempo de la primera generación del éxodo de Egipto. Números y Deuteronomio incluyen eventos en el tiempo de la primera generación hasta los días de la segunda generación. Cuando Moisés escribió cada libro del Pentateuco él tenía estos momentos del pasado en su mente.

Por otro lado, Moisés también escribió para “su mundo”, para los días de su audiencia original. Moisés sacó del pasado de “ese mundo” para enseñar a su audiencia como deberían pensar, actuar, y sentir en el servicio a Dios en “su mundo”. Para lograr este objetivo, Moisés escribió acerca de “ese mundo” de maneras que se conectarían con “su mundo”.

Moisés conectó el pasado con su audiencia original de tres maneras principales. Les dio relatos del pasado que establecieron el trasfondo o los orígenes de las experiencias actuales de su audiencia. También les proveyó con modelos a imitar y a rechazar. Y formó sus relatos como presagios del mundo de su audiencia.

A veces, Moisés hizo estas conexiones de manera explícita. Por ejemplo, en Génesis 15:12 al 16, Moisés le habló a su audiencia acerca del trasfondo de la promesa de Dios para sacarlos de Egipto. Esta promesa se estaba cumpliendo en sus días. En Génesis 2:24, Moisés explicó que el matrimonio de Adán y Eva fue un modelo para el matrimonio entre el pueblo fiel de Dios. Y en Génesis 25:23, Moisés reportó que la lucha entre Jacob y Esaú en el vientre de su madre era un presagio de la lucha entre su audiencia original israelita y los edomitas de sus días.

Las conexiones explicitas entre “ese mundo” y “su mundo” aparecen aquí y allá en el Pentateuco. Pero en su mayoría, estas conexiones eran implícitas. Así que, una de las principales tareas de la interpretación literaria es discernir cómo Moisés conectó “ese mundo” del pasado a “su mundo” de su audiencia original.

Por miles de años, la interpretación del Pentateuco se ha enfocado más en las estrategias temáticas e históricas, que en el análisis literario. Así que, en nuestras lecciones sobre el libro de Moisés, dedicaremos la mayor parte de nuestro tiempo a la interpretación literaria. Veremos la manera en la que Moisés dio forma al contenido de cada uno de sus libros para proporcionar trasfondos, modelos y presagios de las experiencias de su audiencia. Exploraremos lo que Moisés enfatizó para su audiencia original, cómo él conectó el contenido de sus libros para sus vidas, y cómo él dirigió a su audiencia original israelita hacia el fiel servicio a Dios en sus días.

 


CONCLUSIÓN

 

 En esta introducción al Pentateuco hemos examinado algunas características cruciales de los enfoques críticos modernos para esta parte de la Biblia. Hemos considerado como las presuposiciones de los intérpretes críticos han dado lugar a ciertos puntos de vista de la autoría del Pentateuco y determinados tipos de interpretaciones. También hemos observado los enfoques evangélicos modernos y hemos visto como las presuposiciones de los evangélicos modernos han dado lugar a muy diferentes puntos de vista de la autoría e interpretación. Al seguir explorando el Pentateuco, veremos cómo estas consideraciones iniciales pasan a primer plano. Y mientras lo hacen, estaremos mejor equipados para tratar con esta parte fundamental de la Biblia. Consideraremos preguntas como: ¿Por qué Moisés escribió cada libro del Pentateuco? ¿Cuál fue el propósito original de estos libros? ¿Cuáles fueron las implicaciones del Pentateuco para la audiencia original de Moisés? Al responder estas preguntas, descubriremos orientaciones cruciales hacia el significado original de Moisés. Y veremos cómo los primeros cinco libros de la Biblia sirvieron como la primera norma de fe de Israel en los días de Moisés, y descubriremos como estos libros deben servir como el estándar de nuestra fe mientras seguimos a Cristo hoy.