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jueves, 11 de noviembre de 2021

Don't stand in silence, No te quedes en silencio.


 

IDOP 2021 Don't stand in silence, No te quedes en silencio.

En la actualidad, el cristianismo es la religión más perseguida del mundo. Por ejemplo, más de 300 millones de cristianos viven en lugares donde son perseguidos. Eso es uno de cada ocho cristianos en todo el mundo. A diferencia de otros años, el año pasado ha sido más difícil para los cristianos perseguidos. Esto se debe a que la pandemia intensificó los retos a los que se enfrentan a diario y aumentó la vulnerabilidad de nuestros hermanos y hermanas en contextos de persecución. Pero, eso no fue todo, el año pasado un promedio de 13 cristianos fueron asesinados diariamente por su fe, 5 cristianos fueron secuestrados, 12 cristianos fueron detenidos injustamente o impiadosos, todo esto, por su fe en Jesús, La biblia nos dice que bienaventurados son los que son perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Este mes de noviembre, nos unimos por nuestros hermanos y hermanas que comparten nuestra fe pero no nuestra libertad. Únase a nosotros para la Internacional de Oración por la Iglesia Perseguida mientras nos unimos como un cuerpo global. para recordarlos, rezar por ellos y apoyarlos. #benditosseanlosperseguidos

domingo, 7 de noviembre de 2021

¿Quién me está tapando la luz?


¿Quién me está tapando la luz?

Lectura bíblica: 1 Tesalonicenses 5:5, 6

Todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día. 1 Tesalonicenses 5:5

Mauricio, el hermano mayor de Mara, estaba orgulloso de su Mustang convertible clásico, modelo 1967. Pero no lo mantenía limpio, así que un amigo escribió en la tapa del motor: “Límpiame”, y al hacerlo, rayó la pintura con la uña. Mauricio le pegó unos buenos gritos a su amigo por haberle rayado el auto.

Un día, camino a casa volviendo del trabajo, un camión que lo pasó le salpicó el parabrisas que quedó cubierto de barro. No tendría que haber sido un problema, pero a Mauricio se le había acabado el fluido limpiaparabrisas. Aunque trataba de ver por dónde iba, no podía ver el camino a través del parabrisas lleno de barro. Accidentalmente giró a la izquierda y se encontró con que iba de contra el transito. Por suerte no venía ningún auto que hubiera causado un choque de frente.

A veces hay gente que es como el camión que salpica barro. Estás andando por la vida y de pronto un enemigo te ensucia. Tus amigos son como el muchacho que rayó el auto. Pueden rayarte con sus palabras hasta que realmente duele. A veces el dolor es causado por alguien cerca tuyo.

    •      Un familiar te trata como si no valieras nada.

    •      Un amigo te evita, te ignora, te hostiga o se burla de ti.

    •      Un compañero de escuela te llama cosas como “perdedor”, “retardado” o “torpe”.

Ese tipo de barro bloquea de tu vida la luz de Dios. Dios te ve digno de ser amado, valioso y capaz, pero cuanto más barro te salpique la gente, más difícil te resulta ver la verdad de Dios acerca de quien eres. Cuando te sientes lastimado, es posible que ataques tirando barro a todos los que te rodean, o que te desvíes del camino.

Si te resulta difícil verte digno de ser amado, valioso y capaz, puede que sea porque la verdad de Dios ha sido bloqueada de tu vista por personas que tapan la verdad de tu verdadera identidad. ¿Puede estar pasándote esto? Pregúntate:

    •      Las personas con las que paso más tiempo, ¿me ven como me ve Dios?

    •      Mis amigos, ¿refuerzan lo que la Biblia dice de mí?

    •      Estas personas, ¿reflejan el amor de Cristo por mí?

Si las personas que tienes más cerca siguen tirándote barro, te resultará difícil ver más allá del fango para poder captar el concepto que tiene Dios de ti. En ese caso, ocuparte de tener las personas apropiadas a tu alrededor es como llenarte del fluido limpiaparabrisas de Dios. Es lo que necesitas para quitarte las obstrucciones que te impiden ver.

PARA DIALOGAR: ¿Te ven tus amigos como te ve Dios? ¿Ha llegado el momento de cambiar de amigos?

PARA ORAR: Señor, ayúdanos a elegir los amigos apropiados para que tu luz inunde nuestra vida.

PARA HACER: Si le tiras barro a los demás —si dices o haces algo que expresa que no son dignos de ser amados, valiosos y capaces— deja de hacerlo hoy.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

lunes, 1 de noviembre de 2021

La Circuncisión del Corazón

 1 de Enero de 1733, por Jhon Wesley, Extracto

"El cumplimiento de la ley es el amor. No solo el primero y gran mandamiento, sino que los resume todos. Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, se comprende en esta plabra: AMOR. En Él se encuentran la perfección, gloria y felicidad; es la ley real del cielo y la tierra. "Y amaras a Jehová tu Dios de todo corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerza" (Mar. 12.30). Ese bien perfecto será tu único y último objetivo. Una sola cosa desearás, porque lo merece: abrazar a Aquel que todo lo llena en todo. La felicidad de tu alma residirá en unirte con el que la creó, gozar de comunión con el Padre y el Hijo, unirse "al Señor" y ser "un espíritu.... con Él". Una determinación perseguirás hasta el fin de los tiempos: DISFRUTAR A DIOS AHORA Y EN LA ETERNIDAD. Desearás otras cosas solo en la medida en que te ayuden a conseguir eso. Amarás la creación porqu te conduce al Creador. En cada paso que avances, que esta sea la línea que trace tu meta. Que todo afecto, pensamiento, palabra y acción se subordinen a ello. Que cualquier cosa que desees, temas, busques, rehúyas, hables o hagas persiga el único objetivo de la felicidad en Dios, la fuente de tu ser".

"Este es el  resumen de la perfecta ley, la circuncisión del corazón. Que el espíritu regrese al Dios que lo dio, con todo su compendio de afectos. No aceptará otro sacrificio de nuestra parte más que el del corazón. Ofrezcámoslo a través de Cristo en llamas del amor santo. Que ninguna criatura comparta espacio en Él, porque es Dios celoso. No dividirá su trono con otros: reinará sin rival. Que no se admitan mas designios ni deseos que los que lo tienen a Él como objetivo final. Esa es la forma en las que anduvieron los hijos de Dios antaño, que aún desde la tumba nos exhortan: Vivid solo para alabar su nombre; que todos vuestros pensamientos, palabras y obras se inclinen a su gloria; llenaos el alma con amor por Él para que solo lo améis a Él y a lo que os acerque a Él. Tened intenciones puras en el corazón y considerad siempre su gloria en todo lo que hagáis. Solo entonces tendremos "la mente de Cristo". En todo movimiento de corazón, palabra de la boca y obra de las manos busquemos únicamente la relación con Él y su deleite; no pensemos, ni hablemos ni hagamos nada para satisfacer nuestra propia voluntad, sino la del que nos envió; sea que comamos o bebamos o cualquier cosa que hagamos, hagámosla para la Gloria de Dios"

 


Diferencias entre Arminianos y Calvinistas

Uno de los debates teológicos más emocionantes de los últimos 500 años tiene que ver con la disputa entre el calvinismo y el arminianismo.

En pocas palabras, la polémica surgió en el 1610 cuando los seguidores del teólogo holandés Jacobo Arminio (1560-1609) reaccionaron contra la teología del gigante reformado Juan Calvino (1509-64) por cinco razones doctrinales.

Vamos a dividir nuestro artículo en cinco preguntas para poder explicar las diferencias entre estas dos escuelas de pensamiento que siguen bien vivas en el mundo evangélico de hoy.

¡A disfrutar!

¿LIBRE ALBEDRÍO O DEPRAVACIÓN TOTAL?

Arminianos

Calvinistas

Creen que la Caída ha afectado de manera negativa a todos los descendientes de Adán y Eva. No obstante, los seres humanos siguen teniendo libre albedrío, el cual pueden ejercer para arrepentirse y creer en el Evangelio. El destino eterno del pecador depende de cómo emplea su voluntad. Puede escoger lo bueno o lo malo. Su voluntad no está esclavizada por su naturaleza pecadora. Si un hombre (o una mujer) decide poner su fe en Dios, será regenerado(a) por el Espíritu Santo. Primero fe luego regeneración (es decir, el nuevo nacimiento). La fe, pues, es un acto de la voluntad del hombre.

 

Dice que la Caída afectó a los seres humanos de tal forma que no es posible que crean el Evangelio. Su voluntad espiritual está sorda, ciega y muerta. No tienen libre albedrió porque su voluntad está esclavizada por el poder del pecado. El hombre es solamente libre para pecar. Por lo tanto, para que éste sea salvo, el Espíritu de Dios le tiene que regenerar milagrosamente. Si alguien está regenerado luego pondrá su fe en el Evangelio y se arrepentirá. Primero regeneración luego fe. Sin regeneración, la fe salvadora no es posible. La fe es producida por el Espíritu de Dios en el hombre.

 

 

¿ELECCIÓN CONDICIONAL O INCONDICIONAL?

Arminianos

Calvinistas

Enseña que la elección de Dios está condicionada por la decisión del hombre. Dado que Dios es omnisciente, Él ya sabía desde antes de la fundación del hombre quién le iba a seguir y quién le iba a negar. Por consiguiente, Dios determinó salvar (o elegir) a todos aquéllos que iban a obedecerle. En otras palabras, Dios eligió a aquéllos que le iban a elegir a Él. Esto quiere decir que la decisión del hombre es el factor determinante en cuanto a la elección de Dios.

 

La elección incondicional dice que la elección de Dios no está condicionada por nada. Depende exclusivamente de su propia voluntad. Dios elige porque quiere elegir. Y punto. Dios no escoge a alguien de antemano porque sabe lo que éste va a hacer en el futuro, sino que le elige porque a Él le place hacerlo. La conversión del hombre, entonces, no es la causa de la elección de Dios sino la consecuencia de la misma. Tarde o temprano el hijo de Dios aceptará a Cristo porque Dios le ha elegido. ¿Y por qué le eligió? Por pura gracia. No por nada previsto en el hombre.

 

¿LA EXPIACIÓN UNIVERSAL O PARTICULAR?

Arminianos

Calvinistas

creen que Jesús murió por todos potencialmente. No efectuó la salvación de nadie, pero sí hizo posible la salvación para todos aquéllos que creen en Él. Gracias a su muerte expiatoria, Dios ahora puede perdonar a los pecadores. Pero dicho perdón depende de la voluntad del hombre. El hombre tiene que creer en el valor del sacrifico de Cristo para que el perdón de Dios sea activado.

Están persuadidos de que Jesús no murió por todos. Dio su vida únicamente por los elegidos, las ovejas, su pueblo. Consiguientemente, la muerte de Cristo sí garantiza la salvación de su pueblo. Y el Espíritu se encarga de aplicar el don de la fe a los corazones de todos los redimidos por el Hijo.

 

¿LA SALVACIÓN SE PUEDE PERDER?

Arminianos

Calvinistas

Creen que la salvación se puede perder. Hay algunos en el campo arminiano que opinan que no. No obstante, la mayoría piensa que la salvación se puede perder si el creyente no persevera en la fe. De allí que el cristiano nunca pueda tener la plena seguridad de su salvación personal.

Los calvinistas están de acuerdo en que el elegido por Dios perseverará hasta el fin. Es imposible que se pierda un hijo de Dios. Dios lo guarda con su poder y por lo tanto, el creyente puede disfrutar de la seguridad de su salvación. ¡Una vez salvo, siempre salvo!

 

 

APLICACIÓN

Lo más importante en este debate es reconocer que hay grandes siervos de Dios en ambos campos. Por el lado arminiano se encuentran predicadores tales como John Wesley (1703-91), Charles Finney (1792-1875), A.W. Tozer (1897-1963) y Leonard Ravenhill (1907-94). Por el lado calvinista están Jonathan Edwards (1703-58), George Whitefield (1714-70), Charles Spurgeon (1834-92) y Martyn Lloyd Jones (1899-1981).

Hasta el día de hoy, hay hombres (y mujeres) de Dios que se posicionan de forma diferente en cuanto a este gran asunto. Este hecho por sí solo nos enseña que tenemos que ser humildes a la hora de profesar fe en estas doctrinas. Lo que no podemos hacer es tachar a los del otro campo como apóstatas o algo peor. Sí, el estudio y el conocimiento son necesarios. Pero hace falta combinarlos con un espíritu humilde y contrito. No hay espíritu más feo que el orgullo teológico.

Somos hermanos y hermanas en Cristo (seamos calvinistas o arminianos). Así que, a servir juntos la gran misión de Dios en esta preciosa, larga y estrecha tierra llamada Chile. ¡A predicar la Palabra! ¡A amarnos los unos a los otros! ¡Y a glorificar al Señor con todas nuestras fuerzas!

sábado, 30 de octubre de 2021

 

HABACUC, EL PROFETA DE LA QUEJA Y LA FE

Biblia abierta en el libro de Habacuc

La escritura no dice nada en relación a Habacucexcepto que fue un profeta. Sin embargo, podemos conocer mucho de su fe y carácter personal, así como de los problemas de su tiempo, por sus escritos. 

Por los problemas a los que se enfrentó, juzgamos que Habacuc probablemente era contemporáneo con Jeremías, y parece que profetizó poco antes de la caída de Jerusalén por Nabucodonosor, probablemente durante los reinados de Joaquín y Sedequías. 

El profeta Habacuc se refirió al alzamiento de Dios de los caldeos para castigar a su pueblo por sus pecados. Así que, 2 Reyes 23, 24 y 25, y 2 Crónicas 36 pueden ser el fondo histórico de su profecía.

QUEJAS DE HABACUC POR LA INJUSTICIA (Capítulo 1)


Habacuc expresó un conflicto de fe en la aparente indiferencia de Dios hacia la extrema violencia y maldad de Judá. El Señor hizo que viera la iniquidad del pueblo, para que se preocupara mucho, pero todavía no lo había castigado (versículos 1-4). 

Tanto Jeremías como Ezequiel describieron la condición de idolatría de Judá (Jeremías 23:9-14; Ezequiel 81-18). Habacuc preguntó: ¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? (versículo 2).

Dios contestó que él utilizaría a los perversos y terribles caldeos para castigar a su pueblo (versículos 5-11). Esta contestación dio a Habacuc un mayor conflicto de fe. Él no podía comprender por qué Dios permitiría que un pueblo tan pagano y violento como los caldeos (babilonios) castigara a su pueblo, que, a pesar de sus pecados, eran más rectos que los caldeos. 

Habacuc recordó al Señor que eran los caldeos paganos quienes habían sido ordenados para el castigo, no su pueblo. También recordó al Señor que los caldeos no tenían respeto por el pueblo de otras naciones, sino que los cazaban como si fuesen bestias salvajes (versículos 12-17).

CONTESTACIÓN DE DIOS A HABACUC (Capítulo 2)


Habacuc debió haber estado sorprendido de sí mismo por su discusión con Dios sobre lo que Él se proponía hacer, sin embargo, él determinó continuar en su sitio de trabajo como vigilante del pueblo del Señor, hasta escuchar lo que él le tenía que decir, Habacuc esperaba ser reprendido y se preguntaba cómo debería contestar al Señor,  sin embargo, el Señor no le reprendió sino simplemente contestó el honesto conflicto de fe de su profeta.

La Visión de Habacuc


Dios contestó a Habacuc mediante una visión y le dijo que la escribiera cuidadosamente, de manera que todos los que la leyeran pudieran llegar a un sitio seguro. La visión era la destrucción de Babilonia (Caldea). La ambición de este gran reino era conquistar a todas las naciones y ser gobernante del mundo. 

Dios iba a usar a este reino de Babilonia para castigar al pueblo pecador de Judá, pero después de cierto tiempo, él iba a destruir a Babilonia. Le dijo a Habacuc que esperara el cumplimiento de la visión, pues seguramente vendría en el tiempo designado por Dios (versículos 2-13).

Después de que Dios utilizara ese perverso y codicioso reino para castigar a su pueblo, él prometió que traería a su pueblo a una gloriosa salvación. Previó un tiempo en que la tierra deberá llenarse del conocimiento de la gloria del Señor, así como las aguas cubren el mar (versículo 14).

Los versículos del 15 al 19 son un mensaje de reproche y condena a los judíos por su idolatría. El dolor que les caería sería su cautiverio por Babilonia. Sus ídolos de madera, oro y plata no los salvarían, pues ellos no tenían aliento (versículo 19; Salmo 115:2-9). Sin embargo, el Señor siempre puede ser encontrado en su santo templo por el recto y el arrepentido (versículo 20).

ORACIÓN Y ALABANZA DE HABACUC (Capítulo 3)


Al fin del mensaje de Dios referente a la próxima destrucción de Babilonia, y Su castigo a Judá, Habacuc prorrumpió en una oración de alabanza a Dios. Sus preguntas habían sido contestadas y sus dudas habían desaparecidos. 

Habacuc alabó a Dios por sus pasadas bendiciones al pueblo de Israel y atribuyó a él todo el poder sobre su creación. Luego, Habacuc, expresó el triunfo de su fe en los versículos 17-19. De ahora en adelante, Habacuc confiaría en el Señor durante todas las circunstancias o adversidades.

jueves, 28 de octubre de 2021

Un compromiso a prueba de fuego

 Un compromiso a prueba de fuego      OCTUBRE 28

Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto. Nuestro Dios, a quien servimos, puede librarnos del horno de fuego ardiente; y de tus manos, rey, nos librará. Y si no, has de saber, oh rey, que no serviremos a tus dioses ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado. Daniel 3.16–18

¡Qué fácil nos resulta leer esta historia, sentados en la comodidad de nuestra casa y conociendo de antemano cómo fue el desenlace! Nuestra tendencia triunfalista nos lleva a creer que todas las historias terminan de manera espectacular cuando afirmamos nuestra fidelidad hacia Dios. Mas luego recordamos a Esteban, Felipe, Pablo, Pedro, para mencionar solamente a algunos de los muchos que pagaron con la vida su postura de fe.

No obstante, los tres audaces protagonistas del texto sobre el cual hoy reflexionamos nos dejan una importante lección acerca de nuestra postura en tiempos de persecución. Cabe aclarar que esta persecución no necesita ser tan dramática como la de Sadrac, Mesac y Abed-nego. De muchas maneras diferentes nos enfrentamos, día a día, a las mismas presiones que estos varones. No debemos dudar por un instante que las mismas fuerzas malignas buscan moldearnos a la imagen de lo que es aceptado por este mundo. Puede ser la presión de no pagar impuestos, de hacer trampa en un examen, de colaborar en algún proyecto deshonesto en el trabajo, o de ceder frente a las filosofías predominantes de estos tiempos.

Los tres israelitas se valieron de dos argumentos para responderle a Nabucodonosor. El primero, descansaba sobre una convicción profunda y radical de que Dios era el que iba a determinar su futuro, no el rey de Babilonia. Esta es la misma postura que adoptó Cristo frente a Pilato, quien pretendía convencerle de que tenía autoridad para hacer con él como quisiera. Mas Jesús le respondió: «Ninguna autoridad tendrías contra mí si no te fuera dada de arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene» (Jn 19.11). Es decir, los hijos de Dios, en la hora de la prueba, no ceden frente a la tentación de creer que la situación en la que se encuentran está más allá del control del Altísimo. Saben que, aun en situaciones de las más atroces manifestaciones de maldad, existe un Dios soberano sin cuya autoridad no puede moverse nadie, ni siquiera el más malvado.

Los tres valientes de nuestra historia también se aferraban a una segunda convicción, y es que los hijos de Dios han sido llamados a una vida de obediencia incondicional. Frente a situaciones donde peligra aquello que garantiza su bienestar personal no dudan de escoger el camino de la lealtad hacia lo que es justo y bueno delante del Santo. En esto no permiten que su obediencia sea condicionada por ninguna circunstancia ni tampoco por ningún hombre. Ante tal postura se abren a la posibilidad de ver las más increíbles manifestaciones de gracia. En este caso, salieron ilesos del fuego. En el caso de Esteban, mientras moría vio el destino final de su fidelidad: los brazos de Aquel a quien no estaba dispuesto a negar.

Para pensar:

La palabra final, en toda historia humana, la tiene Aquel en cuyas manos esta escondida la vida misma.

Shaw, C. (2005). Alza tus ojos. San José, Costa Rica, Centroamérica: Desarrollo Cristiano Internacional.

miércoles, 27 de octubre de 2021

Un corazón dividido

 Devocional OCTUBRE 27/2021

Un corazón dividido      

Acab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas en el monte Carmelo. Entonces Elías, acercándose a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo vacilaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra. 1 Reyes 18.20–21

Cuando Elías confrontó al pueblo en el Monte Carmelo, los israelitas ya tenían una larga historia de prostitución con los dioses de la tierra. Antes de desafiar a los profetas de Baal, sin embargo, el profeta enfrentó al pueblo con las palabras que hoy forman parte de nuestro devocional. Aunque los líderes habían conducido al pueblo de Dios por un camino que no les convenía, ninguna persona podía escudarse detrás de este hecho. La pregunta que lanzó Elías hacia el pueblo muestra que creía firmemente que cada persona presente era, en última instancia, responsable de su propio pecado.

La clave de la situación que estaba viviendo el pueblo se encuentra en la palabra «vacilar». El diccionario de sinónimos nos presenta esta lista de términos similares: titubear, oscilar, balancear, fluctuar. Todas estas palabras dan una clara idea del estado en el que se encontraba el pueblo. No tenían un rumbo definido. No estaban comprometidos con una sola cosa. No poseían la seguridad, inamovible, de aquellos que saben dónde están plantados en la vida.

Debemos notar que esta situación afecta particularmente al pueblo de Dios. Los que no son parte de su casa están enteramente entregados al camino de las tinieblas. No experimentan más que un titubeo ocasional por el testimonio de sus propias conciencias. La mayoría del tiempo, sin embargo, avanzan seguros por el camino que recorren todos los que están a su alrededor. Es el camino de la mayoría y no tienen por qué cuestionar si es el más apropiado para sus vidas.

La situación del hijo de Dios indeciso, en cambio, es la más desdichada de las condiciones. No es ni una cosa ni la otra. Habiendo probado lo que es la vida de la mano de Dios, ha optado por volver a recorrer el camino que había descartado. No logra, sin embargo, olvidarse de lo que ha experimentado cerca de Jehová, de modo que este camino ya no le produce la satisfacción que le dio en otro tiempo. Tampoco disfruta de la comunión plena con el Padre, porque su corazón está contaminado con las preocupaciones que son propias de los que andan en tinieblas.

La descripción más exacta de este desdichado estado la dejó el rey cuyo corazón nunca estuvo enteramente entregado a Dios: Salomón. Intentó caminar por los dos caminos a la vez. Sus conclusiones están relatadas en el libro de Eclesiastés, donde declara una y otra vez: «todo es vanidad de vanidades».

Elías invita al pueblo a una postura de entrega absoluta, ya sea para un lado o para el otro. La vacilación nos paraliza y nos llena de dudas y temores. Cuando nos decidimos por un camino, es bueno que no cuestionemos más la decisión, sino que avancemos con paso firme y confiado, por el rumbo que creemos adecuado.

Para pensar:

«No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor, ya que es persona de doble ánimo e inconstante en todos sus caminos» (Stg 1.7–8).

Shaw, C. (2005). Alza tus ojos. San José, Costa Rica, Centroamérica: Desarrollo Cristiano Internacional.